Por : Miguel Nuñez
El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. Luc. 6:40
En la Biblia, podemos encontrar tres diferentes términos para nombrar a los pastores: obispo (episkopos), anciano (presbuteros: «blanco en cana») y pastor (poimen) . En Pedro 5:1‐2, observamos que estos tres términos hacen referencia a un solo oficio: «Ruego a los ancianos [presbuteros] que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad [poimano] la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando [episkopeo] de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto» . Los ancianos (presbuteros) debían apacentar (poimano) y cuidar (episkopeo) de la grey . Tres términos diferentes para una misma persona .
En este capítulo abordaremos la importancia que la iglesia local tiene al formar pastores . Este tema es de suma importancia, especialmente en nuestro contexto latinoamericano, debido, en primer lugar, a la impureza doctrinal en nuestras iglesias . Hay una gran cantidad de pastores que han llegado a su puesto de autoridad sin una enseñanza; solo repiten cosas que en alguna ocasión escucharon . Esto no debe continuar si deseamos que nuestros países sean transformados .
En segundo lugar, la iglesia local debe formar pastores debido a la ausencia de integridad pastoral . Quizás un pastor pueda tener buena teología, pero si no es un hombre íntegro tenemos un grave problema . Dios desea utilizar instrumentos limpios para hacer fluir Su gracia .
La iglesia local debe formar pastores debido a la disminución del estándar para ser pastor que impera en nuestras iglesias . No me puedo imaginar que alguien desee subirse a un avión que es dirigido por un piloto con pocas horas de vuelo o, peor aún, ninguna experiencia . A nadie le gustaría exponerse a una cirugía de corazón abierto con un cirujano con poco entrenamiento . En la Biblia tenemos al menos tres listados de requisitos para los pastores que con frecuencia pasamos por alto . Esto ha provocado una falta de respeto por la función pastoral . En muchas regiones de Latinoamérica he observado un lamentable temor hacia los pastores y una falta de respeto y admiración por ellos debido al estilo de vida que llevan .
Ya que hemos establecido la importancia de que la iglesia local forme pastores, quisiera también establecer unas premisas:
Los seminarios no forman pastores . Esta no es solo mi opinión, sino también la de Albert Mohler, presidente de uno de los seminarios más influyentes de nuestra época, el Seminario Teológico Bautista del Sur . Los seminarios forman una mente con conocimiento bíblico, te brindan disciplina y estructura, desarrollan tu habilidad para exponer, pero los pastores se forman cuidando ovejas .
Los seminarios no ordenan pastores . Esta es labor de la iglesia local .
La iglesia local es el mejor lugar para formar pastores . Esto no significa que sea el mejor lugar para entrenar teológicamente a las personas, sino que es el mejor lugar para desarrollar el corazón pastoral que se forma al estar en contacto con ovejas que son difíciles y tercas, con las que deben trabajar y a quienes deben amar .
El conocimiento bíblico no es lo mismo que madurez . Conozco personas con doctorados académicos que son emocionalmente inmaduros . Necesitamos aplicar el conocimiento bíblico en la vida práctica para que el carácter sea transformado y obtener madurez . La madurez va ligada a la manera en que vives tu vida, a cómo te relacionas con tu esposa y tus hijos, a la forma en que te relacionas con otros pastores, estén de acuerdo contigo o no . Todo esto habla de nuestro nivel de madurez . Es posible ser teológicamente astuto, pero inmaduro . Nuestro pecado no es un problema intelectual o de conocimiento, de manera que poseer una licenciatura, una maestría o un doctorado, no es un indicativo de haber sido santificado . Este conocimiento puede envanecernos y cegarnos a nuestra condición moral . Así que, la madurez se relaciona con la transformación de nuestro carácter, en donde hemos adquirido conocimiento, pero también lo hemos llevado a la práctica . Un cirujano no se forma solo al leer libros de cirugía . Un piloto no se forma solo leyendo manuales de vuelo . De la misma manera, debemos llevar a la práctica nuestro conocimiento .
Un pastor necesita más que solo entendimiento de la verdad; necesita sabiduría . La sabiduría es vivir en relación con otros piadosamente, complaciendo a Dios conforme al conocimiento que ha adquirido, ya sea en el seminario o en la iglesia local .
La mente de un pastor debe ser regenerada, pero su corazón debe ser reclamado diariamente . Antes de ser salvos, nuestros corazones pertenecían a otro reino y estaban dominados por el pecado . Pero Cristo ha reclamado nuestros corazones en la regeneración . Sin embargo, el mundo está lleno de seducciones, atracciones y distracciones que reconquistan ciertas áreas de nuestros corazones . Por tanto, nuestros corazones deben ser reclamados continuamente si queremos ser verdaderos discípulos de Cristo y, en especial, si deseas ser un pastor que forme discípulos .
El propósito de la Palabra no es información teológica, sino la transformación del corazón . El propósito de un sermón no es llenarnos de más conocimiento, sino ayudarnos a ser transformados cada vez más a la imagen de Cristo . Si la Palabra no está haciendo esto, tenemos un grave problema . Somos solo oidores y no hacedores; académicos, pero no pastores con un profundo interés por la salud de las ovejas .
Puedes tener el conocimiento correcto, las habilidades necesarias, la filosofía ministerial apropiada e incluso la experiencia suficiente en el ministerio y no ser conocido por ti mismo o por otros. En otras palabras, podemos ser individuos tan cerrados que ni nosotros mismos nos conocemos; no percibimos nuestras debilidades ni nuestros pecados, o la gravedad de estos y la forma en que están afectando a otros . La forma en que podemos describir esto es haciéndonos preguntas . Debemos reflexionar y examinarnos . Aun Sócrates dijo: «No vale la pena vivir una vida no examinada» . ¡Y él no era cristiano! Debemos cuestionarnos: ¿Qué amo? ¿A qué aspiro? ¿Con qué sueño? ¿Qué me causa ansiedad? ¿Por qué estaría dispuesto a pecar? Estas preguntas revelan con cuáles ídolos luchamos .
Aspectos importantes en la vida de un pastor
Existen tres áreas importantes en la vida de un pastor:
1 . Carácter
2 . Conocimiento
3 . Habilidades
Es importante señalar que he colocado el carácter en primer lugar . Uno de los valores no negociables en nuestra iglesia, la Iglesia Bautista Internacional, es que el carácter es más importante que el talento . No importa qué tan bien prediques o cantes, si el carácter no puede respaldar tu don o talento, debes permanecer sentado hasta que Dios trabaje en tu carácter para que luego Él use tu don .
En la época de Pablo no había seminarios, así que el entrenamiento se daba en el contexto de iglesias locales, muchas de las cuales se reunían en casas . En este contexto, la encomienda de Pablo a Timoteo fue: «Lo que has oído de mí [conocimiento] ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos [el carácter precede a la habilidad] para enseñar también a otros [habilidad]» (2 Tim . 2:2) . Pablo quería que el conocimiento que Timoteo había adquirido, «lo que has oído de mí», lo transmitiera a otros hombres . Pero no a todos los hombres en general, sino a «hombres fieles que sean idóneos» . Está hablando de hombres con carácter . Y el propósito de transmitir el conocimiento a hombres de carácter era para que enseñaran a otros, es decir, para que adquirieran habilidades .
Timoteo debía primero identificar hombres idóneos, de manera que el carácter precedía a la función . Esto es lo mismo que Jetro le recomendó a Moisés formar un equipo de consejeros: «… escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo…» (Gén . 18:21) . De nuevo, el carácter debía preceder a la función . La prioridad debe ser un carácter piadoso . La congregación debe reconocer el carácter del individuo .
La iglesia local es el mejor lugar para formar carácter, al rodearte y tener «fricciones» con otros creyentes, como hemos visto en el capítulo anterior . La iglesia local comienza a observar el carácter de sus miembros y, con base en ello, elige a sus líderes . Los primeros siete diáconos que aparecen en el Nuevo Testamento eran hombres que fueron elegidos de la misma iglesia local . Esta elección se basó en el carácter: «… varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y sabiduría…» (Hech . 6:3) y, posteriormente, se les asignaron las tareas y habilidades que desarrollarían .
Pero si me preguntaras: ¿cuál es el mejor lugar para formar discípulos?, mi respuesta sería: el púlpito . Sé que hay diversos lugares y formatos diseñados para formar discípulos, pero si tuviera que elegir solo uno, el púlpito, la predicación expositiva y consistente de lo que Dios ha revelado, es la mejor plataforma para comenzar a formar discípulos . El púlpito determinará la calidad de los discípulos que formamos . Por tanto, el pastorado es una enorme responsabilidad . Jesús declaró: «El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro» (Luc . 6:40) .
La forma en que un pastor se prepara para exponer la Palabra desde el púlpito es vital . Un sermón expositivo no solo extraerá lo que la Palabra dice, sino que también enseñará a la congregación, a los discípulos, a escuchar de forma expositiva . De manera que, cuando un discípulo escuche una predicación que no es consistente con lo que la Palabra revela, podrá identificarlo .
El púlpito también debe enseñar cómo aplicar el conocimiento que se está exponiendo . Es decir, debe incluir la respuesta a la pregunta, ¿para qué me sirve lo que estás predicando? Cuando era joven, un anciano pastor me recomendó que al terminar de preparar un sermón me preguntara «¿y qué hago con esta enseñanza?» .
Otro aspecto importante del púlpito es que la manera en que el pastor trata a la Palabra desde el púlpito es la forma en que enseña a los discípulos a tratar la Palabra en sus vidas diarias . Cuando la Palabra no recibe la reverencia y el respeto adecuado, los discípulos no aprenden a tratar la Palabra correctamente .
El púlpito es algo extraordinario . No es solo un mueble . El mueble representa algo más: la revelación de Dios que requiere cierta reverencia . Así que, la gente valora o desprecia la Palabra de acuerdo a lo que sucede en el púlpito . Por ello el púlpito es de gran importancia en la formación de discípulos .
Una de las mejores iglesias del Nuevo Testamento era la iglesia de Tesalónica . Pablo señala que esta iglesia era ejemplo para el resto de las iglesias ubicadas en Macedonia y Acaya y que «también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada» (1 Tes . 1:7‐8) . En el siguiente capítulo, Pablo nos brinda la clave del por qué esta iglesia se había mantenido firme y era ejemplo para las demás:
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes . Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea…» (1 Tes . 2:13‐14) .
¡Aquí está la clave! Cuando el pastor sustituye la Palabra de Dios por palabra de hombres, no tendrá la calidad de discípulos que tuvo la iglesia de Tesalónica . El pastor debe mostrar, a la hora de su exposición, que cree estar ante una Palabra que está por encima de él y que esa misma Palabra también lo juzga a él . El resultado de que el pastor reciba la Escritura como Palabra de Dios y transmita esta misma idea a sus discípulos, es que la Palabra hará su obra en las personas («la cual actúa en vosotros los creyentes») .
Pasemos ahora a unas preguntas que son fundamentales para el tema que estamos estudiando.
Preguntas clave
¿Quién elige a los pastores?
Como ya hemos establecido, a los pastores no los elige un seminario . Pero iré más allá: a los pastores ni siquiera los elige la iglesia . Quien los elige es Dios . La iglesia solo confirma esa elección .
«Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre» (Hech . 20:28) . Este versículo debería transformar la manera en que pastoreamos . En primer lugar, nos enseña que quien establece a los pastores es el Espíritu Santo . Si un hombre no tiene el llamado del Espíritu Santo a ser pastor, no importa si se gradúa de un seminario o si una iglesia le ofrece un contrato, él no puede ser pastor . Quizás tenga el oficio de pastor o la posición de un pastor, pero el Espíritu no lo ha llamado .
La labor de la iglesia local es reconocer el llamado que el Espíritu ha hecho y, frente a la comunidad a quien el pastor servirá, llevar a cabo la ordenación: «Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé» (Tito 1:5) .
En esta tarea, la oración es vital . En el capítulo previo hemos visto que la Gran Comisión puede parecernos abrumadora y causarnos incluso un sentido de culpa al no poder hacer frente a tan grande tarea . En Mateo 9:37, Jesús reconoció que la labor es inmensa: «A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos» . La solución a la que el Señor Jesucristo nos guía no es a crear seminarios (no tengo nada en contra de ellos, yo me he graduado de uno), sino a orar: «Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» (v . 38) . Si la iglesia desea formar discípulos que luego se conviertan en pastores, debe comenzar por enfatizar el orar por ellos .
Observemos la participación de Pablo y de la congregación, mientras el Señor se disponía a impulsar al apóstol como misionero: «Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado . Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron» (Hech . 13:2‐3) . El mejor dúo misionero que ha existido, Pablo y Bernabé, surgió después de la oración y el ayuno . Este nombramiento en Hechos fue una respuesta a lo que Cristo enseñó en Mateo 9:38: «Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies» .
¿Cuál es el aspecto más importante de un pastor?
¿Qué es lo más importante en la vida de un pastor: sus dones y talentos, su preparación académica, su llamado o su carácter? Quizás piensas que su carácter, pero considera lo siguiente . ¿Cuál era el carácter de los hijos de Zebedeo cuando Cristo los llamó? ¿No fueron ellos quienes propusieron destruir con fuego una aldea cuando no los recibieron? (Luc . 9:51‐56) . Lo que mantuvo a estos dos hermanos en el ministerio no fue su carácter, sino su llamado .
Pedro negó a Jesús . ¿Qué lo mantuvo en el ministerio? Su llamado . Dios no llama al equipado, Él equipa al llamado . El llamado es lo más importante .
¿Cómo puedes saber si has sido llamado? Si eres casado, pregúntale a tu esposa . Dios no te llamará en una dirección y a tu esposa en otra . Cuando yo creí que tenía un llamado al ministerio, le pedí a Dios que me confirmara el llamado a través de mi esposa . En ese entonces vivíamos en Estados Unidos, practicando medicina . Cuando me acerqué a mi esposa para preguntarle si creía que debía entrar en el ministerio, ella se negó por completo . No discutí con ella, no argumenté ni intenté persuadirla . Simplemente regresé al Señor y le dije: «Señor, si tu alguna vez quieres llamarme al ministerio, te pido que primero hables con mi esposa, cambies su corazón y que ella venga y me hable de esto» . Pasaron dos años sin volver a tocar este tema, hasta que un domingo, al salir de la iglesia, ella me dijo: «Quizás deberías contemplar entrar en el ministerio» . En el transcurso de esos dos años, el Señor, en lo individual, había estado trabajando en nuestros corazones para guiarnos no solo al ministerio, sino también al ministerio en República Dominicana .
Los dones, los talentos y la preparación académica, sin carácter y sin un llamado, carecen de poder del Espíritu de Dios .
¿Qué hace a un pastor?
Lo que hace a un pastor no es su reputación, es su carácter . Lo que hace a un pastor no es su conocimiento, es su sabiduría . No es su título, es su llamado . No es su capacidad para ordenar o delegar, es su capacidad para servir . D . L . Moody dijo: «La forma en que mides el liderazgo no es por la cantidad de siervos que tienes, sino por cuántos sirves» . Esto se percibe y mide en el contexto de la iglesia local .
¿Qué características debe cumplir un pastor?
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo . También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo (1 Tim . 3:2‐7) .
Observemos que este pasaje no es algo descriptivo . No está describiendo las características que en ese entonces tenían los pastores . Este es un pasaje prescriptivo . Describe cómo debe ser un pastor («Pero es necesario que el obispo sea…») .
Nos centraremos en la palabra «irreprensible», ya que esta palabra abarca todo . Pensemos en ella como una sombrilla . Debajo de esa sombrilla, el pasaje continúa mencionando las áreas donde el pastor debe ser irreprensible: en el hogar, en la iglesia, en la sociedad, en su trabajo y en sus relaciones . Esta palabra significa que el pastor no debe ser acusable de cosas reprensibles . Debe ser un modelo de virtud . Debe tener un carácter incuestionable .
En 1 Timoteo 4:12, Pablo escribió al joven pastor Timoteo: «Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» . No podremos formar buenos discípulos, mucho menos buenos pastores, si no somos ejemplo de los creyentes . Quien aspira al pastorado debe ser un ejemplo en lo que habla (palabra), lo que hace (conducta), lo que siente (amor), lo que cree (fe) y en lo que piensa (pureza) .
Cuando estos requisitos no se cumplen, cuando el carácter moral no es el adecuado, habrá consecuencias en la vida del pastor y en la vida de la congregación .
Entre la lista de requisitos para ser pastor (1 Tim . 3:2‐7) y la lista de requisitos para ser diácono (1 Tim . 3:8‐13), hay una que sobresale debido a que se incluye entre los requisitos para ser pastor, pero se omite de los requisitos para ser diácono: «apto para enseñar» . Si un líder, o un estudiante de seminario, no tiene la habilidad de enseñar o predicar con claridad y precisión, no puede ser pastor .
Howard Hendricks, quien fue profesor del Seminario Teológico de Dallas, relató que tenía un estudiante que, desde su perspectiva, no tenía la habilidad para enseñar . Aunque Howard habló en múltiples ocasiones con su estudiante para tratar de hacerle ver que no tenía la habilidad para predicar y enseñar, el joven insistía en que sí la tenía . En un último intento, y con un poco de sarcasmo, Howard le dijo al estudiante: «Si tú crees que tienes el don de predicar, déjame decirte que los demás no tienen el don de escucharte» .
Pablo escribió a Timoteo sobre la importancia de que el ministro sea apto para enseñar: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que enseña con precisión la palabra de verdad» (2 Tim . 2:15, LBLA, énfasis añadido). El pastor debe enseñar con precisión la Palabra . No debe desviarse ni a derecha, ni a izquierda.
Conclusión
Ser un discípulo de Cristo es algo serio . Ser pastor de los discípulos es todavía más serio porque nuestro llamado es a reflejar la imagen que perdimos en el Jardín del Edén . Si fallamos en reflejar de forma apropiada esa imagen, menos luciremos como discípulos y menos productivos y eficientes seremos al llevar a cabo la obra del Señor .
Que el Señor nos ayude a estar a la altura de Su llamado .
Miguel Nuñez es vicepresidente de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. Puedes encontrarlo en Twitter.
Extraído del libro La Iglesia que discipula.
Leave a Reply