Elecciones y almas insatisfechas

Eric Geiger

Barry Schwartz es un psicólogo y un orador convincente. En su libro The Paradox of Choice, se basa en la investigación de que para la mayoría de las personas “más” realmente es “menos”. Razona que mientras más opciones tiene alguien, más se configura a la persona para las expectativas no cumplidas y el arrepentimiento. Por ejemplo, imagina que llevas a tu esposa de vacaciones y eliges en línea uno de los 30 condominios en una playa en algún lugar. Si el pensamiento de Schwartz es correcto, mientras camina por la playa a última hora de la tarde, observará los 29 condominios que no seleccionó y se preguntará cómo habrían sido sus vacaciones si hubiera elegido un lugar diferente para pasar una semana. En lugar de saborear el momento en la playa, notará las sillas en las que no se sentó, la vista que no tiene y la hamaca que no cuelga en su porche.

Tal vez solo soy más pecador que tú, pero he estado allí. Solo creo que el problema no es con la cantidad de opciones, sino con la pecaminosidad del corazón humano. En nuestro pecado, buscamos algo que no sea Dios para calmarnos y nunca lo hace. Así nos encontramos vacíos queriendo algo más. Cristo es el que satisface, el único que apaga los deseos más profundos del corazón. El que nunca está satisfecho es el que nunca ha conocido a Cristo.

El apóstol Santiago escribió:

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís… Santiago 4:1-2

La palabra para “deseos” en el idioma original es la palabra de la que obtenemos “hedonismo”. Es un deseo incontrolado y apasionado. El conflicto interno dentro de aquellos que no conocen a Cristo está en curso; sus deseos nunca se cumplen. Este conflicto se manifiesta externamente en peleas y peleas. Este deseo insaciable viene de debajo de la superficie y plaga a toda la humanidad.

Pero Dios nos ofrece la gracia en Cristo Jesús. Como dijo Agustín, “El pensamiento de ti (Dios) agita al hombre tan profundamente que no puede estar contento a menos que te alabe, porque nos hiciste para ti y nuestros corazones no encuentran paz hasta que descansen en ti”. Si está caminando en una playa este verano deseando haber reservado otro condominio, tenga en cuenta que los otros 29 condominios tampoco satisfacen ese deseo interno. Solo Él lo hace. Acércate a Él. Humíllate ante Él.

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