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humildad

¿Dónde podemos acudir en busca de buenos consejos?

March 7, 2023 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Martín Manchego

“Escucha a tu corazón y síguelo”.

“Solo hazlo”.

“No me arrepiento de nada”.

En nuestra era del “yo”, no es raro escuchar frases como estas. Como cristianos, quizá nos resulte demasiado obvio que no son expresiones llenas de sabiduría. Posiblemente piensas, “¡Qué barbaridad! ¿Cómo puede alguien decir semejante cosa?”. Vale la pena detenerse un momento y preguntarse, ¿es nuestra forma de vivir muy diferente a la de los que viven “siguiendo su corazón”?

“El camino del necio es recto a sus propios ojos…”, Proverbios 12:15a.

Nuestra vida está llena de decisiones por tomar. Nos encontramos con asuntos trascendentales, como qué profesión elegiremos, si aceptaremos una oferta de empleo que demandará más tiempo, o si esa persona es la adecuada para ser nuestro cónyuge. También nos enfrentamos diariamente con pequeñas elecciones, como qué prenda vestirás, qué compartirás en tus redes sociales, a qué hora te iras a dormir, o qué amigos frecuentarás.

Sé honesto. ¿Has tomado algunas de estas decisiones buscando consejo, o preferiste andar según lo que a ti te parece bien? Cuando hiciste lo segundo, ¿viste las consecuencias de caminar en tu propia sabiduría? Caminar por la vida sin consejo es andar neciamente, sin guía y sin luz. Pero hay esperanza.

“… más el que escucha el consejo es sabio”, Proverbios 12:15b.

Dios no está intentando esconder su voluntad a sus hijos. Por el contrario, Él nos ha provisto fuentes de consejo a través de las cuales podemos conocer su voluntad y dejar el camino de la necedad.

1. La Palabra

Nuestra primera fuente de consejo sabio —y la única infalible— es la Palabra, la cual es “útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim 3:17).

2. Tus pastores

Dios ha llamado a pastores capacitados y aptos para enseñar con el propósito de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo. Si no estás hablando con tu pastor regularmente, estás dejando de lado uno de los principales medios por los cuales Dios quiere aconsejarte. Recuerda que ellos velan por tu alma y rendirán cuentas a Dios por el cuidado que tengan de ti (2 Tim. 2:24, Ef. 4:11-12, Heb. 13:17).

3. Tus padres

Sean o no sean creyentes, Dios te ha mandado a sujetarte a tus padres, obviamente en todo lo que honre a Dios. Puedes estar seguro que aunque muchas personas te amen quizá no hay nadie que te ame más que ellos, así que presta atención a lo que te dicen y obedece su consejo en el Señor (Ef 6:1).

4. Tus hermanos mayores

Los hermanos mayores en la iglesia, por su experiencia en los caminos del Señor, nos pueden señalar la Palabra y ayudarnos a entender mejor cuál debe ser nuestro proceder. Una de las tragedias más grandes de nuestra generación es que muchos jóvenes no tienen el mínimo interés por pedir consejo humildemente a los mayores, creyendo ser más sabios que ellos (Pr 22:15, 16:31).

Sé que vivimos en un mundo caído y que muchos de los hombres y mujeres mayores también muestran desinterés en los jóvenes, ya que piensan que son tercos y rebeldes. Si eres tú un hermano mayor en la iglesia, por favor no te alejes de los jóvenes; nosotros necesitamos saber lo que Dios te ha enseñado en su Palabra. Si eres joven, acércate a los ancianos que aman al Señor, te aseguro que no te arrepentirás (Pr 23:13).

5. Los maestros

Dios nos ha provisto de maestros que han sido y siguen siendo una bendición para la Iglesia universal. Muchos de los mejores consejeros que he tenido en mi vida están en mi biblioteca; nunca estreché sus manos pero me han ayudado tremendamente a conocer a mi Señor y a aprender a tomar decisiones que le honren (Ef 4:11-12, 2 Tim 4:13).

Nunca olvides la oración

Por último, no debes olvidar que todo consejo debe ir acompañado de oración, pidiendo a Dios que te muestre su voluntad y alinee tu corazón a sus propósitos. Echa mano de todas estas ayudas que el Señor ha puesto a tu disposición. Lee su Palabra inerrante, la cual es lumbrera a nuestro camino; encuéntrate ahí mismo con el Señor Jesucristo, quien es nuestro admirable consejero. También lee a los maestros antiguos y exponte al cuidado de tus pastores, tus padres, y los mayores en la iglesia.

“Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria”, Proverbios 11:14.


Martín Manchego es pastor asociado y sirve en el ministerio de alabanza y enseñanza en español en la iglesia Metro Bible Church en Southlake, Texas. Es graduado de Teología y humanidades en Texas Baptist College. Además es compositor del album “Perfecto Salvador” y dirige un canal propio en YouTube en el cual comparte devocionales, entrevistas, canciones, poemas y reseñas de libros. Está casado con Denisse. Puedes encontrarlo en YouTube e Instagram.

Foto de Aarón Blanco Tejedor en Unsplash

¿Dónde podemos acudir en busca de buenos consejos?

January 20, 2022 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Martín Manchego

“Escucha a tu corazón y síguelo”.

“Solo hazlo”.

“No me arrepiento de nada”.

En nuestra era del “yo”, no es raro escuchar frases como estas. Como cristianos, quizá nos resulte demasiado obvio que no son expresiones llenas de sabiduría. Posiblemente piensas, “¡Qué barbaridad! ¿Cómo puede alguien decir semejante cosa?”. Vale la pena detenerse un momento y preguntarse, ¿es nuestra forma de vivir muy diferente a la de los que viven “siguiendo su corazón”?

“El camino del necio es recto a sus propios ojos…”, Proverbios 12:15a.

Nuestra vida está llena de decisiones por tomar. Nos encontramos con asuntos trascendentales, como qué profesión elegiremos, si aceptaremos una oferta de empleo que demandará más tiempo, o si esa persona es la adecuada para ser nuestro cónyuge. También nos enfrentamos diariamente con pequeñas elecciones, como qué prenda vestirás, qué compartirás en tus redes sociales, a qué hora te iras a dormir, o qué amigos frecuentarás.

Sé honesto. ¿Has tomado algunas de estas decisiones buscando consejo, o preferiste andar según lo que a ti te parece bien? Cuando hiciste lo segundo, ¿viste las consecuencias de caminar en tu propia sabiduría? Caminar por la vida sin consejo es andar neciamente, sin guía y sin luz. Pero hay esperanza.

“… más el que escucha el consejo es sabio”, Proverbios 12:15b.

Dios no está intentando esconder su voluntad a sus hijos. Por el contrario, Él nos ha provisto fuentes de consejo a través de las cuales podemos conocer su voluntad y dejar el camino de la necedad.

1. La Palabra

Nuestra primera fuente de consejo sabio —y la única infalible— es la Palabra, la cual es “útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim 3:17).

2. Tus pastores

Dios ha llamado a pastores capacitados y aptos para enseñar con el propósito de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo. Si no estás hablando con tu pastor regularmente, estás dejando de lado uno de los principales medios por los cuales Dios quiere aconsejarte. Recuerda que ellos velan por tu alma y rendirán cuentas a Dios por el cuidado que tengan de ti (2 Tim. 2:24, Ef. 4:11-12, Heb. 13:17).

3. Tus padres

Sean o no sean creyentes, Dios te ha mandado a sujetarte a tus padres, obviamente en todo lo que honre a Dios. Puedes estar seguro que aunque muchas personas te amen quizá no hay nadie que te ame más que ellos, así que presta atención a lo que te dicen y obedece su consejo en el Señor (Ef 6:1).

4. Tus hermanos mayores

Los hermanos mayores en la iglesia, por su experiencia en los caminos del Señor, nos pueden señalar la Palabra y ayudarnos a entender mejor cuál debe ser nuestro proceder. Una de las tragedias más grandes de nuestra generación es que muchos jóvenes no tienen el mínimo interés por pedir consejo humildemente a los mayores, creyendo ser más sabios que ellos (Pr 22:15, 16:31).

Sé que vivimos en un mundo caído y que muchos de los hombres y mujeres mayores también muestran desinterés en los jóvenes, ya que piensan que son tercos y rebeldes. Si eres tú un hermano mayor en la iglesia, por favor no te alejes de los jóvenes; nosotros necesitamos saber lo que Dios te ha enseñado en su Palabra. Si eres joven, acércate a los ancianos que aman al Señor, te aseguro que no te arrepentirás (Pr 23:13).

5. Los maestros

Dios nos ha provisto de maestros que han sido y siguen siendo una bendición para la Iglesia universal. Muchos de los mejores consejeros que he tenido en mi vida están en mi biblioteca; nunca estreché sus manos pero me han ayudado tremendamente a conocer a mi Señor y a aprender a tomar decisiones que le honren (Ef 4:11-12, 2 Tim 4:13).

Nunca olvides la oración

Por último, no debes olvidar que todo consejo debe ir acompañado de oración, pidiendo a Dios que te muestre su voluntad y alinee tu corazón a sus propósitos. Echa mano de todas estas ayudas que el Señor ha puesto a tu disposición. Lee su Palabra inerrante, la cual es lumbrera a nuestro camino; encuéntrate ahí mismo con el Señor Jesucristo, quien es nuestro admirable consejero. También lee a los maestros antiguos y exponte al cuidado de tus pastores, tus padres, y los mayores en la iglesia.

“Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria”, Proverbios 11:14.


Martín Manchego es pastor asociado y sirve en el ministerio de alabanza y enseñanza en español en la iglesia Metro Bible Church en Southlake, Texas. Es graduado de Teología y humanidades en Texas Baptist College. Además es compositor del album “Perfecto Salvador” y dirige un canal propio en YouTube en el cual comparte devocionales, entrevistas, canciones, poemas y reseñas de libros. Está casado con Denisse. Puedes encontrarlo en YouTube e Instagram.

Foto de Aarón Blanco Tejedor en Unsplash

Siervos humildes

January 18, 2022 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Martín Manchego

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. (Juan 13:15)

El Señor Jesucristo dice estas palabras luego de haber lavado los pies de sus apóstoles. Ese es el ejemplo que el Señor nos ha dejado. Su ejemplo es el servicio, pero no cualquier clase de servicio, sino el servicio humilde. EL Señor Jesucristo Dios y el no estimo esto como cosa a que aferrarse sino que se humillo al hacerse hombre y luego sufrió la muerte vergonzosa en la Cruz. No hay humildad más grande que esta.

A muchos de nosotros que estamos en el ministerio nos encanta servir. Sin embargo, debemos cuidarnos para que nuestras motivaciones no nos engañen. Él el camino del servicio debemos pedir al Señor que nos haga siervos humildes y que no caigamos en la trampa del diablo al pretender que servimos pero internamente buscamos beneficiarnos del cuerpo de Cristo u obtener una reputación de piedad.

Jesucristo no dijo que imiten su ejemplo luego de haber predicado a las multitudes, tampoco cuando fue ovacionado por una multitud en la entrada triunfal a Jerusalem y menos aun cuando sanaba a los enfermos o resucitaba a los muertos. El Señor no quiere siervos que anhelen las multitudes ni los grandes eventos. El Señor quiere siervos que sigan su ejemplo de servicio desinteresado y humilde.

¿Hay alguien a quien tú creas que no debas servir? ¿Hay algún rol en tu iglesia que crees que ya no podrías desempeñar por ser muy bajo? ¿Estas dispuesto a ser un siervo aun para aquellos más jóvenes o menos experimentados? La característica clave de un siervo humilde es que puede ser tratado como un siervo y lo aceptará sin quejas. Si el Señor Jesús lavó los pies de sus falibles discípulos, cuanto más nosotros no serviremos a nuestros hermanos. Él nos ha dejado su ejemplo de servicio, pero no solo para que lo admiremos, sino para que nosotros hagamos lo mismo.

Oración: Señor, cuídame de usar el servicio como un camino a mis metas y guíame a servir con humildad, como Tú lo hiciste.


Martín Manchego es pastor asociado y sirve en el ministerio de alabanza y enseñanza en español en la iglesia Metro Bible Church en Southlake, Texas. Es graduado de Teología y humanidades en Texas Baptist College. Además es compositor del album “Perfecto Salvador” y dirige un canal propio en YouTube en el cual comparte devocionales, entrevistas, canciones, poemas y reseñas de libros. Está casado con Denisse. Puedes encontrarlo en YouTube e Instagram.

Foto de Nuno Silva en Unsplash

Combatiendo las tentaciones del liderazgo exitoso

July 6, 2020 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Jonathan Leeman

El buen liderazgo apunta a la igualdad. El problema es que un buen liderazgo crea influencia, lo que tienta fuertemente a los líderes a olvidar el objetivo.

Asegurémonos de que entendemos el objetivo, luego volveremos a la tentación.

El niño no es igual al padre en sabiduría, fuerza o responsabilidad. Tampoco es el trabajador para el gerente, o el miembro para el pastor. Pero un buen pastor, padre o gerente trabaja para ese fin: entrenar y hacer crecer al que está debajo en igual sabiduría, igual fuerza, igual responsabilidad, o superando las medidas de ellos.

Esta aspiración a la igualdad no es todo sobre el liderazgo. Necesitamos líderes para liderar. Pararse a la cabeza de la falange. Para apuntar el vagón del tren en una buena dirección. Asumir la responsabilidad y todos los elogios o culpas que conlleva. Dios ha establecido oficinas reales como padres, pastores o príncipes que tienen autoridad real.

Sin embargo, el punto de autoridad es el autor. Crear. Plantar, crecer y construir (lea 2 Samuel 23: 3–4 y luego el Salmo 72). A eso me refiero cuando digo que un buen liderazgo apuntará en cierto sentido a la igualdad. Si eres un líder, siempre estás buscando reemplazarte a ti mismo. Incluso cuando las oficinas son fijas, como con un esposo y una esposa, un buen líder aspira a asociarse. Un buen esposo no dirigirá el vagón de tren una pulgada sin la participación total de su esposa. “El trabajo en equipo hace que el sueño funcione”, dice él.

Incluso podríamos decir que la aspiración a la igualdad está integrada en la trayectoria de la historia redentora. Dios creó a Adán y Eva a su imagen con el propósito de gobernar sobre la creación. Él estaba diciendo: “Represéntame. Párate en mi lugar. En la consumación de la creación, del mismo modo, “reinaremos con” Cristo (2 Tim. 2:12), una frase que se traduce literalmente como “ser reyes con”.

No, la criatura nunca se convierte en creador o merece la adoración del creador. Pero aún así, ¿Dios nos invita a reinar con él? ¿Convertirse en “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1: 4)?

Señor, ¿qué es el hombre para que lo tengas en cuenta?

EXPERIENCIA, DÁDIVA Y SU TENTACIÓN IMPLÍCITA

Esa palabra “igual” me vino a la mente cuando estaba reflexionando sobre la reciente ola de pastores caídos y otros líderes del ministerio, así como la dinámica del liderazgo y el envejecimiento en general. Quiero tomar los principios anteriores y aplicarlos al pastor anciano o al líder de la institución.

Cuanto más viejo te haces, más difícil se vuelve trabajar para tratar a los “de abajo” de ti como iguales, y razonablemente. Realmente eres más sabio. Los más jóvenes a menudo no lo son. Y la brecha se sigue ampliando porque 21 siempre es 21, incluso cuando su reloj avanza y las citas con el médico se vuelven más invasivas. Los jóvenes siguen cada vez más jóvenes, como dicen.

No solo eso, tu estatura en la comunidad crecerá, especialmente si eres un buen pastor. Será más fácil para ti salirte con la tuya. La gente confía en ti, y con razón.

¿Y si eres un pastor o líder de alguna institución con talento? Al igual que los valles y las crestas de la topografía excavada por el viento y el agua durante décadas, las acumulaciones naturales de influencia y capital se acumularán para ti, y más con cada año que pasa. Cada vez más, tus palabras llevarán el día porque eres tú. Esto, creo, es una realidad sociológica de las personas en grupos.

NECESARIO: UN CRECIMIENTO EN HUMILDAD PARA IGUALAR UN CRECIMIENTO EN EDAD Y TALENTO

Tal acumulación no es del todo malo. Deja que el líder probado lidere. Mi punto es que cuanto más se eleve su montaña de influencia, ya sea a través de la edad o el talento o ambos, más difícil será mantener la vista en la bola de empujar hacia la igualdad. Un sentido de privilegio o derecho se establece fácilmente, junto con las muchas trampas y minas terrestres que Satanás ha puesto silenciosamente para ti y tu iglesia. Además, estás un poco cansado. Es fácil salirse con la suya. Tú razonas: “¿Por qué no quedarse en casa después de las batallas este verano?” como lo hizo el viejo rey David.

Pero aquí hay una lección de la caída de ese viejo rey: cuanto más se eleva esa montaña de influencia, más debes luchar por la humildad. Si bombeas dos galones de combustible en tu lucha por la humildad a los cuarenta años, bombea cuatro galones a los sesenta. Después de todo, tendrás el doble de autoridad, y si tu crecimiento en la humildad no sigue el ritmo de tu crecimiento en la autoridad, a Satanás le resultará mucho más fácil sacarte de la montaña hacia el enorme cañón junto a él.

Aquí está mi punto como epigrama: cuanto más talentoso es el pastor, más humildad necesita. Cuanto más tiempo sirve, más peligroso puede ser su orgullo.

Otras batallas en la vida pueden ser más fáciles, y otras realidades de la edad te permiten reducir la velocidad. Pero no la lucha por la humildad. Si presumes que continúas liderando una iglesia u otro ministerio durante décadas, tu lucha no debe aflojarse, sino aumentar. No seas como David o su hijo Salomón. Ambos eran hombres piadosos y talentosos. Pero ambos se volvieron complacientes con la edad, para el daño de su nación.

MANTÉN LOS OJOS EN LA PELOTA

Un componente de esta batalla, para volver a donde comencé, es mantener la vista en esta pelota: el liderazgo apunta a la igualdad.

La tentación del envejecimiento es hacer lo que siempre has hecho: evitar riesgos y actuar con seguridad. En muchos días, esto es sabiduría. Sin embargo, el trabajo de criar a tus menores para que sean tu igual es inherentemente riesgoso. Significa arriesgarse con el joven turco, darle el micrófono o dejarlo conducir, aunque sepa que podría hacer un mejor trabajo y cometer menos errores. Lo harías bien la primera vez. Él se abrirá paso y dejará un desastre.

Cuando tenías 30 años y las personas en las bancas tenían 30, fue más fácil pedirle consejo. Es más difícil cuando tienes 60 y ellos tienen 30, como he dicho. Pero tu tarea es la misma: hacerlos crecer en madurez y sabiduría. Por lo tanto, dales una oportunidad. Hazte amigo de ellos. Baja tú mismo (vea Lucas 14: 7–11). Sé uno de los chicos. No lo domines. No más pretensiones.

Sí, también debes mantener un ojo perspicaz para la inmadurez y la locura. Debes trazar límites y mantenerlo contenido para que no dañe el cuerpo. Gran parte de tu ministerio de pastoreo se gastará usando tu vara para golpear a los lobos y tu personal para acorralar ovejas equivocadas.

Aun así, ¿cómo puedes dar el beneficio de la duda y tratar a los que están debajo de ti como tus iguales? Tal vez hagas lo que dice Pablo: considera a los demás mejor que tu, como una postura general de corazón. Luego, usa tu posición de liderazgo para hacer lo que Jesús dijo: no busques ser servido sino sirve. Esto no significa que no líderes. Jesús guió. Significa no asegurar tu liderazgo con el puño apretado. En cambio, siempre te estás preparando para regalarlo, dejarlo ir, incluso hasta el punto de tu muerte. Sabes que Dios te levantará a su debido tiempo, y mientras tanto te entregas por completo a levantarlos, para ser tu igual o incluso mejor.

UNA PALABRA PARA AQUELLOS ALREDEDOR DE TALES LÍDERES

¿Hay alguna lección aquí para aquellos de nosotros cuyas vidas o trabajo nos rodean de tales líderes? Nuestro trabajo es equilibrar dos cosas: dar honor a quien se debe honor (Ro. 13: 7), sin tratar a ningún hombre como Dios, es decir, más allá de cualquier reproche (Hechos 12: 22–23).

Eso significa que, a veces, cuando la ocasión lo permite, a pesar de lo aterrador que sea, debemos estar dispuestos a desafiar a los líderes. Uno debe hacerlo respetuosamente, con cuidado y calibrado para sus propias debilidades. Si sabe que desafiar a “Joe” irá mejor en privado que en frente del personal, entonces, por supuesto, hágalo en privado. El punto es que estás llamado a amar a tus líderes y a los que ellos dirigen, no solo para preservarte.

A veces me esfuerzo por estar en desacuerdo con mi jefe, Mark Dever, simplemente porque sé que es bueno para mi alma y bueno para él. Agradecido, es un hombre humilde que lo recibe. Y oro para que, a medida que envejezca, continúe recibiéndolo. Si él no lo hace, será para su daño y el de su iglesia. Por lo tanto, uno de los muchos puntos en la descripción de mi trabajo, en la medida en que el Señor me ha dado la mayordomía de la amistad de Mark, es ayudarlo a seguir practicando. [sonrisa] Ahora, puedo hacerlo como un estudiante universitario arrogante, que siempre sabe mejor que papá. O puedo hacerlo con cuidado y respeto.

¿Qué pasa si sientes que tu liderazgo no recibe humildemente desafíos? Puede ser que tu consejo esté equivocado. Parte del buen liderazgo es clasificar a través de buenos y malos consejos. También puede ser que tu consejo sea razonable, pero has sobreestimado tu relación con el líder. Mark puede escuchar mis desafíos, en parte, porque la confianza se ha construido a lo largo de los años. Y, francamente, no es razonable esperar que el líder de cualquier organización escuche a todos por igual, especialmente cuanto más grande sea la organización. Los líderes también son humanos, y necesitan algo de ayuda para quienes hacen y no escuchan. Supongo que no escuchas a todos en tu vida por igual.

Sin embargo, finalmente, por supuesto, también puede darse el caso de que un líder no pueda ser enseñado, sea vengativo y orgulloso. Tus años de experiencia y posición pueden convertirte en la persona ideal para ofrecer un desafío amoroso, pero temes, digamos, por tu trabajo. Sí, siempre existe un riesgo, y la sabiduría debe determinar el curso de uno. A veces corres ese riesgo. A veces te das cuenta de que el orgullo de un líder es inexpugnable, nada más que un daño vendrá de un desafío, y alejarse es lo mejor. Piensa en una mujer en un matrimonio abusivo. Ella puede necesitar huir. Si asistes a una iglesia o trabajas para un ministerio donde el liderazgo es inexpugnable, puedes repensar tus perspectivas a largo plazo allí (ver 1 Co. 7:22).

No puedo ofrecer consejos para cada situación. Sin embargo, aquí hay una conclusión para todos: en la medida en que Dios lo permita, todos deberíamos aspirar a unirnos a iglesias, trabajar para organizaciones y (para mujeres) casarnos con hombres que reconocen que el liderazgo apunta a la igualdad. Es en estas iglesias, organizaciones, ministerios y matrimonios donde, por lo general, crecerá y florecerá más.

¿Qué haces si estás realmente atrapado con un líder que solo está fuera de sí mismo? Pídele a Dios que cambie el corazón del líder, cambie sus circunstancias, o haga lo que comúnmente hace en nuestras pruebas: hacer que se parezca cada vez más a Jesús, quien sufrió y fue entonces exaltado (Filipenses 2: 5–11).

Jonathan Leeman es el Director Editorial de 9Marks y un anciano en la Iglesia Bautista de Cheverly en Cheverly, Maryland. Puedes encontrarlo en Twitter en @JonathanLeeman.


Traducido y publicado con permiso de 9Marks. El artículo original puede ser consultado aquí.

Foto por Farid Askerov en Unsplash

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