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La motivación del hombre para prosperar

November 11, 2021 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Miguel Núñez

¿Qué es lo que mueve al hombre continuamente a buscar el éxito y la prosperidad? ¿Qué lo mueve a buscar prestigio, poder, posesión, posición, popularidad y demás? Si analizamos bien lo que los estudios han revelado, nos daremos cuenta de que el hombre nace con una necesidad inmensa de aprobación; sin esa aprobación se siente infeliz, inseguro, incompleto, inferior, inquieto e insatisfecho. Por tanto, debido a esa insatisfacción interna, se propone adquirir las cosas que cree que calmarán su sed. Piensa que, si es próspero económicamente, su prosperidad le permitirá comprar las cosas materiales que le ganen la aprobación de aquellos que miden el éxito por las apariencias. Muchos piensan que, si compran un auto de una marca prestigiosa, una casa de cierto nivel o adquieren cierta posición, estarán a la altura de aquellos con quienes se relacionan; entonces eso los hace buscar el éxito económico.


Por su parte, la mujer piensa que, si luce al último estilo de la moda, atraerá a los hombres que le interesan y que, cuando esos hombres la vean lucir así, terminarán valorándola y apreciándola por lo que ella es. Sin embargo, en realidad ocurre todo lo contrario. Cuando un hombre es atraído simplemente por la forma como una mujer luce, aprende a valorar su apariencia externa y no tiene ninguna apreciación por lo que ella realmente es. De ahí que, cuando los años avanzan y la mujer ya no luce como en sus años de juventud, el hombre comienza a buscar en otra dirección.


Por otro lado, hay personas que se percatan de su inseguridad en algún momento y piensan que la manera de sentirse seguros es comprando pólizas de seguro: seguros de vida, seguros para la casa, seguros médicos y cosas parecidas. Pero esas pólizas cuestan dinero y, como cuestan dinero, entienden que necesitan ser prósperos para poder comprar seguridad, lo cual es imposible porque nada los puede proteger contra la eventualidad de un terremoto o una enfermedad.

Las pólizas proveen dinero para reparar los daños causados por ciertas circunstancias de la vida, pero no previenen las circunstancias. Aún la adicción al trabajo de nuestros días es un reflejo de los problemas que hemos estado viviendo. La gente trabaja más para comprar más o para sentirse que es alguien importante en la vida. Aquellos que se sienten inferiores quieren alcanzar un peldaño más en la escalera del éxito para sentirse que están por encima del otro. De esta manera, podemos hacer toda una lista de las más frecuentes motivaciones humanas para alcanzar el éxito.


El ser humano busca lo siguiente:


• Prosperidad adquiriendo cosas que le provean seguridad. Pero como bien dijo Salomón: «El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto […] Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen» (Ecl. 5:10-11, RVR1960).
• Una alta posición para no sentirse inferior o por debajo de los demás.
• Poder porque eso lo hace sentir que controla a los demás.
• Prestigio para llenar el sentido de vacío con el cual nace.
• Placer que compra con dinero tratando de anestesiar el dolor
con el que vive.
• Posesiones para poder impresionar a otros y poder sentirse a
su altura, como ya hemos mencionado. Con dichas posesiones, la persona busca decirles a los demás que ha tenido éxito en la vida.
• Mejorar su atractivo físico porque quiere sentir que otros lo buscan y, si lo logra, con eso pretende anestesiar su sentido de soledad.
• Inteligencia para demostrar cuánto sabe y, por tanto, cuánto vale. Con su inteligencia, ese hombre se propone adquirir conocimiento y frecuentemente lo hace, pero eso tampoco lo llena. Lo que el hombre necesita no es conocimiento; necesita sabiduría. El conocimiento nos permite vivir conforme a nuestros propósitos, pero la sabiduría nos permite vivir conforme a los propósitos de Dios.
• Sentirse joven y, por tanto, con sentido de que aún puede. Las cirugías plásticas no son más que un esfuerzo desmedido de parte del hombre que lucha contra el reloj y que no quiere que llegue la muerte. El problema de la cirugía plástica es que nos rejuvenece por fuera, pero nos deja intactos por dentro.
• Perpetuar un nombre. Por eso, hoy en día vemos tantos filántropos que hacen obras de caridad porque buscan perpetuar un nombre para no ser olvidados.


Dios creó al hombre con el sentido de la eternidad en su corazón (Ecl. 3:11) y ese sentir debiera llevarlo a buscar a su Creador. Él es quien trasciende el «aquí y el ahora». No obstante, ese hombre que tiene el deseo innato de ser eterno, en vez de buscar a Dios, busca la forma de extender su vida: tomando sol, tomando vitaminas, yendo al gimnasio, investigando cómo detener el proceso de envejecimiento; y, como resultado, ha cambiado la imagen del Dios eterno por actividades temporales que continúan dejando al hombre sin sentido de propósito.

Es precisamente en momentos como estos cuando no podemos dejarnos seducir por el éxito ni por las ofertas del mundo ni por las artimañas del enemigo. Esto requerirá una vida cristocéntrica, una mente bíblica saturada por la Palabra y una orientación completa- mente vertical en toda nuestra vida.

Obtenido del libro “Siervos para Su Gloria”

Miguel Núñez es vicepresidente de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias Por Su Causa, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico. Puedes encontrarlo en Twitter.

¿Quiénes eran los puritanos?

November 9, 2021 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Michael Reeves


«Puritano»: la palabra siempre ha sido más un arma que una descripción. Para la gran mayoría es lodo verbal que, una vez arrojado, hace que la víctima parezca un James Ussher ridículo y lúgubre. Para la pequeña minoría, se blandió como una descripción de un equipo dorado unido con las más impecables credenciales teológicas y espirituales.

La palabra se acuñó como un insulto poco después de que Isabel se convirtiera en reina: para el inglés promedio, estaba el católico «papista» por un lado, y el «precisionista» o «puritano», situado muy lejos al otro extremo. Sugiere un tipo quisquilloso, «más santo que tú», que se consideraba más puro que el resto. Ciertamente no fue una descripción justa: aquellos a quienes se aplicó claramente nunca se consideraron puros (ni mucho menos, como lo demuestra su constante testimonio de su propia pecaminosidad). Pero tampoco era una descripción muy precisa: los puritanos reconocidos diferían entre sí, a menudo de forma marcada. Podrían estar en desacuerdo sobre el tema de la cruz; podrían estar en desacuerdo sobre cómo, exactamente, salvarse; el poeta John Milton, un puritano indudable, ni siquiera creía en la Trinidad, el Dios de todos los credos cristianos.

¿Quiénes, entonces, eran los puritanos? Quizás John Milton lo expresó mejor cuando habló de «la reforma de la Reforma», porque ese era el objetivo común de todos los puritanos. No es que pensaran que eran puros; era que querían purificar lo que en la iglesia y en ellos mismos aún no se había purificado. Querían reforma, y aunque tenían algunas ideas diferentes sobre cómo debería ser, querían aplicar la Reforma a todo lo que aún no había tocado. Pensaban que la Reforma era algo bueno, pero que aún no estaba completa.

¿Cierto pero repulsivo?

Antes de ver su historia, es necesario limpiar parte del barro que se les ha arrojado para que podamos entenderlos.
Por un lado, ni siquiera se parecían a lo que nosotros consideramos como el estereotipo de un puritano. Imaginamos que, en medio de todas las mangas abullonadas y corpiños llamativos del período Isabelino, y las gorras y jubones alegres de los caballeros risueños, los puritanos simplemente vestían de negro y fruncían el ceño. Así es como los muestran sus retratos, con su mejor atuendo de domingo (y sentarse para los retratos era algo formal). Pero otros días podían usar todos los colores del arcoíris. John Owen, probablemente el más grande teólogo puritano, caminaba por Oxford «cabello empolvado, banda de batista con grandes y costosos cordones, chaqueta de terciopelo, calzones redondeados en las rodillas con cintas puntiagudas y botas españolas de cuero con tapas de batista».

Tampoco eran una multitud de amargados empedernidos

Contrario a la impresión popular, el puritano no era un asceta. Si continuamente advirtió contra la vanidad de las criaturas como mal utilizada por el hombre caído, nunca elogió las camisas de pelo o las costras secas. Le gustaba la buena comida, la buena bebida y las comodidades hogareñas; y aunque se reía de los mosquitos, le resultaba muy difícil beber agua cuando se acababa la cerveza. Francamente, cualquier intento de decir cómo eran «todos los puritanos» será engañoso, dado el grupo grande y, a menudo, diverso que representaban. Entonces, por supuesto, algunos fueron bastante severos: William Prynne, por ejemplo, podía escribir que «Cristo Jesús, nuestro modelo… estaba siempre de luto, nunca riendo». Pero lo que podría ser cierto para uno no es necesariamente cierto para otro. Lo que se puede decir de muchos de ellos, sin embargo, es que su celo por reformar todo en la vida podría conducir a cierta pedantería. El posterior puritano estadounidense Cotton Mather, por ejemplo, escribió una vez en su diario:

Una vez estaba vaciando la cisterna de la naturaleza y haciendo agua en la pared. Al mismo tiempo, vino un perro, que también lo hizo, antes que yo… [Sorprendido de que su acción lo degradara «a la condición de la bestia»] Decidí que debería ser mi práctica ordinaria, siempre que me detuviera a responder a una u otra necesidad de la naturaleza para convertirla en una oportunidad de moldear en mi mente algún pensamiento santo, noble y divino.

¡Quizás demasiado serio, se podría pensar! Pero, nuevamente, no podemos suponer que todos los puritanos hicieron lo mismo. El rasgo más importante que deja a los puritanos tan incomprendidos es el que realmente los unió a todos: su amor apasionado por la Biblia, por el estudio de la Biblia y por escuchar los sermones. Una y otra vez escuchamos de puritanos viajando felices durante horas para escuchar un buen y largo sermón, y que les parece mejor un buen estudio bíblico que una noche de baile. Los sermones de hasta siete horas de duración no eran desconocidos. Laurence Chaderton, el maestro extraordinariamente longevo del criadero del puritanismo, Emmanuel College en Cambridge, se disculpó una vez con su congregación por predicarles durante dos horas seguidas. Su respuesta fue gritar: «¡Por el amor de Dios, señor, continúe, continúe!»

Para las personas que nunca han experimentado la Biblia como algo emocionante, tal comportamiento suena, en el mejor de los casos, aburrido y, en el peor, trastornado. Pero Europa había estado sin una Biblia que la gente pudiera leer durante unos mil años. Poder leer las palabras de Dios, y ver en ellas tan buenas noticias de que Dios salva a los pecadores, no sobre la base de lo bien que se arrepientan, sino por su propia gracia, fue como un estallido de sol mediterráneo en el mundo gris de la culpa religiosa. Era casi intoxicantemente atractivo y seductor. Realmente, no comprender eso hace imposible comprender a los puritanos.

Obtenido del libro “La llama indestructible”

Michael Reeves (PhD, King’s College) es presidente y profesor de teología en Union School of Theology en el Reino Unido. Es miembro del Newton House, Oxford, director de la Red de Teólogos Europeos, y enseña de manera regular al rededor del mundo.

«Tan pronto como la moneda suena en el cofre, el alma salta del purgatorio»

November 4, 2021 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Michael Reeves

Así dijo Johann Tetzel, el televangelista de las indulgencias, quien encendió la furia de Lutero. Otra de sus rimas más populares fue: «Pon tu centavo en el tambor, las puertas de perlas se abren
y dentro pasea tu madre». Con sus sermones tenebrosos y su cuarteto con quien viajaba, era poco sutil. «¿No escuchas las voces de los lamentos de tus padres muertos?», preguntó a su audiencia, «y otros, que dicen: “Ten piedad de mí, por‐ que estamos en dolor y castigo severo? De esto podrías redimir‐ nos con una pequeña limosna”».


Por eso, el precio sonaba barato. Ni siquiera le pidió a la gente que confesara sus pecados. Solo bas‐ taba el dinero. Y así, la indulgencia te libraría del purgatorio, incluso bajo culpa de violar a la Madre de Dios. Tetzel, por supuesto, era enormemente exitoso, y mientras la gente salía del purgatorio, el papa conseguía el dinero para reconstruir la Basílica de San Pedro como la joya de la corona del Vaticano. Sin embargo, en el fondo, había un descontento porque el dinero alemán estaba siendo utilizado para financiar proyectos de construcción italianos. Pero nadie veía problemas en esto como lo vio Lutero. Para el monje, la forma en que se ofrecían estas indulgencias significaba que nadie necesitaba realmente arrepentirse de sus pecados, y eso era un escándalo.

En el día de Todos los Santos (1 de noviembre) en 1517, los méritos de los santos debían ser ofrecidos en Wittenberg. Y así, en la víspera del día de Todos los Santos, clavó en la puerta de la iglesia una lista de 95 tesis con el fin de debatir el asunto de las indulgencias. Todos verían el documento al día siguiente. Con frecuencia la gente imagina a Lutero martillando los clavos y las 95 tesis lleno de ira y rencor, provocando así un inicio espectacular hacia la Reforma. Sin embargo, las tesis estaban en latín, el idioma de la academia, y era bastante habitual que se publicaran avisos en las puertas de la iglesia.

Las tesis, en ese entonces, no eran una protesta dramática y popular, sino una convocatoria a una disputa académica. Y, si las 95 tesis estaban destinadas a ser un manifiesto de la Reforma, fueron un esfuerzo bastante pobre: no contienen ni una mención de la justificación solo por la fe, la autoridad de la Biblia, o, de hecho, de cualquier pensamiento fundamental de la Reforma. Esto se debe a que Lutero toda‐ vía no había captado esa «revelación» reformista. Como tal, las tesis no cuestionaban las reliquias e indulgencias, solo su mal uso (más adelante él describiría de manera burlona una mayor colección de reliquias que las de Wittenberg, una que incluía «tres llamas de la zarza ardiente», «la mitad de un ala del arcángel Gabriel» y «dos plumas y un huevo del Espíritu Santo»).

Las tesis fueron un ataque al maltrato de las indulgencias por parte de un monje que todavía trabajaba dentro del mundo pensante medieval Católico Romano. Las tesis afirman la existencia del purgatorio y buscaban defender al papa y las indulgencias de la mala reputación. En las 95 tesis, Lutero estaba siendo un buen católico.
Las 95 tesis causaron revuelo, pero fue un revuelo que bien podría haberse olvidado si Lutero no hubiese desarrollado una comprensión completamente diferente del cristianismo. Intencionalmente, Lutero había iniciado una reacción en cadena: «Dios me dirigió a esta tarea en contra de mi voluntad y conocimiento».

Obtenido del libro “La llama indestructible”

Michael Reeves (PhD, King’s College) es presidente y profesor de teología en Union School of Theology en el Reino Unido. Es miembro del Newton House, Oxford, director de la Red de Teólogos Europeos, y enseña de manera regular al rededor del mundo.

¿Era el cristianismo de la era de la Reforma vigoroso o corrupto?

November 2, 2021 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Michael Reeves

Si alguna vez tienes la mala suerte de encontrarte en un lugar lleno de historiadores de la Reforma, lo que hay que hacer para generar algo de emoción es preguntar en voz alta: «¿Era el cristianismo de la era de la Reforma vigoroso o corrupto?». Es la pregunta que garantiza una disputa.

Hace apenas unos años habría causado un murmullo; en ese entonces todos parecían estar felizmente de acuerdo en que antes de la Reforma, la gente de Europa rogaba por un cambio, odiando el yugo opresor de la corrupta Iglesia Romana. Ahora esa imagen no se borrará. La investigación histórica, especialmente desde la década de 1980 en adelante, ha demostrado sin lugar a duda que, en la generación anterior a la Reforma, la religión se hizo más popular que nunca. Ciertamente la gente tenía sus quejas, pero la gran mayoría se lanzó claramente con entusiasmo. Se pagaron más misas por los muertos, se construyeron más iglesias, se levantaron más estatuas de santos y se hicieron más peregrinaciones que nunca. Libros de devoción y espiritualidad, tan mezclados en contenido como hoy, eran extraordinariamente populares entre los que sabían leer.


El celo religioso de la gente representaba que estaban ansiosos por una reforma. A lo largo del siglo XIV, las órdenes monásticas se estaban reformando, e incluso el papado experimentó algunos intentos de reforma poco sistemáticos. Todos estuvieron de acuerdo en que existían algunas ramas muertas y algunas manzanas podridas en el árbol de la Iglesia. Todos podían reir cuando el poeta Dante colocó a los papas Nicolás III y Bonifacio VIII en el octavo círculo del infierno en su Divina Comedia. Por supuesto que hubo Papas y sacerdotes viejos y corruptos que tomaban demasiado antes de la misa. Pero el propio hecho de que la gente podía reírse muestra cuán sólida y segura la Iglesia parecía estar. Parecía capaz de soportar todo. Y el hecho de que quisieran cortar la madera muerta solo mostraba cómo amaban el árbol.

Tales deseos de reforma nunca llegaron a imaginar que el tronco del árbol podría pudrirse y el efecto sería letal. Después de todo, querer mejores papas es algo muy diferente a no querer papas; querer mejores sacerdotes y misas muy diferente a no querer un sacerdocio separado ni misas. Y esto también mostró Dante: no solo castigó a los malos papas en su Inferno, también impuso la venganza divina sobre aquellos que se oponían a los papas, porque los papas, buenos o malos, eran, después de todo, los vicarios de Cristo. Así fueron la mayoría de los cristianos en la víspera de la Reforma: devotos y dedicados a la mejora, pero no al derrocamiento de su religión. Esta no era una sociedad que buscaba un cambio radical, sino un corrección de los abusos identificados.


Entonces, ¿vigoroso o corrupto? Es una falsa antítesis. El cristianismo de la era de la Reforma fue indudablemente popular y vivo, pero eso no significa que fuera saludable o bíblico. De hecho, si toda la gente hubiera estado hambrienta por el tipo de cambio que la Reforma traería, esto habría sugerido que la Reforma era poco más que un movimiento social natural, una limpieza moral. Esto los reformadores siempre lo negaron. No se trataba de una reforma moral popular; fue un desafío al corazón mismo del cristianismo. Afirmaron que la Palabra de Dios estaba penetrando para cambiar el mundo; fue inesperado y justo contra la corriente; no fue una obra humana sino una bomba divina.

Obtenido del libro “La llama indestructible”

IMAGEN: Martín Lutero clava noventa y cinco tesis en la puerta de la iglesia en Wittenberg, de Julius Hübner [Dominio publico], via Wikimedia Commons.

Michael Reeves (PhD, King’s College) es presidente y profesor de teología en Union School of Theology en el Reino Unido. Es miembro del Newton House, Oxford, director de la Red de Teólogos Europeos, y enseña de manera regular al rededor del mundo.

El sabor de volver a empezar

June 29, 2021 By lifewayliderzgo Leave a Comment

Por Ben Mandrell

Comenzar de nuevo … Quizás hayas estado allí antes; tal vez estés ahí ahora. Para mí, comenzar de nuevo se ha sentido como un choque de sentimientos encontrados. Dejar mi iglesia atrás para convertirme en plantador de iglesias ha hecho que nazcan en mi boca dos gustos muy diferentes. En cierto sentido, todo esto ha sido amargo al despedirme de las personas que se sienten como en familia, sin saber nunca si nuestras vidas se volverán a encontrar (en este lado de la eternidad). Por otro lado, empezar de cero ha tenido un sabor dulce, ya que mi esposa y yo hemos sido entrenados para caminar con Dios más íntimamente que nunca. Cómo me sienta emocionalmente a través de esta aventura depende del día que llames.

¿Estás pensando en asumir un nuevo desafío? ¿Estás soñando con un lugar de ministerio dramáticamente diferente? ¿Sientes que el Señor te está guiando a dar un paso de fe? Si es así, sigue leyendo. Las siguientes son las diversas emociones que probablemente vendrán con una nueva llamada.

El lado amargo de empezar de nuevo

Hay al menos tres emociones incómodas que uno debe esperar al experimentar un nuevo inicio. Si eres un viudo llamado a volver a casarse, un empresario llamado a cobrar, o como yo, un pastor llamado a un nuevo lugar de servicio, se pueden esperar estas emociones. Empezar de nuevo:

  • Da miedo. Como caminar por una cueva sin una antorcha, asumir una nueva tarea se siente plagado de peligros. ¡Imagínate cómo se sintió Michael Jordan cuando dejó de lanzar pelotas de baloncesto e intentó golpear un control deslizante! Cambiar juegos como este hará que cualquier ser humano tema el fracaso como nunca antes, pero Dios puede usar este sentido de desesperación para producir muchas cosas preciadas (más sobre esto en un momento).
  • Sentirte incómodo. Cada vez que salgas para comenzar algo nuevo, se asume una curva de aprendizaje. La altura de la curva depende del grado de cambio. Para mí, servir como pastor principal de una gran iglesia en el sur ha significado empoderar a 40 miembros del personal, predicar tres servicios consecutivos los domingos por la mañana y mucho más. Como plantador de iglesias, estoy descubriendo cómo leer hojas de cálculo de Excel, participar en la evangelización cara a cara y formar un equipo central. Es como aprender a andar en bicicleta, ¡pero es divertido sentir que estás despegando!
  • Se siente lento. Rodar una roca requiere fuerza bruta al principio, pero pronto gana impulso. Del mismo modo, comenzar algo nuevo requiere mucha paciencia a medida que el proyecto se pone en marcha. Espera tiempos de espera.

El lado dulce de empezar de nuevo

Habiendo mencionado los elementos más difíciles de un nuevo comienzo, permíteme resaltar los aspectos súper asombrosos. Empezar de nuevo:

  • Sentirse aventurero. Si disfrutas de los escritos de J.R.R. Tolkien, te encantará la emoción de comenzar una búsqueda propia. A cada paso, hay un nuevo desafío y una nueva oportunidad de crecimiento personal. Los obstáculos de la vida nos cambian para bien, haciéndonos ascender a niveles de vida más altos. Estos últimos meses no han sido fáciles para nuestra familia, ¡pero tampoco han sido aburridos! Juntos, sentimos la complacencia de Dios al abrir este camino ante nosotros.
  • Sentirse guiado por el Espíritu. En el libro de los Hechos, los nuevos creyentes se formaban (a través del Espíritu) a medida que avanzaban. Hubo todo tipo de problemas que resolver al combinar judíos y gentiles en una fuerza unificada, pero esta gente común siguió el extraordinario Espíritu de Dios. Como eran obedientes, sintieron el poder de Su rescate como nunca antes.
  • Sentirse en necesidad de oración constante. Una de las mayores bendiciones de un nuevo comienzo es el rejuvenecimiento experimentado en la oración intima. Cuando no corremos riesgos, no ganamos terreno en la fe. Dar un paso adelante de una manera dramática ha acercado a nuestra familia a Jesús. Oramos con un fervor que las paredes de nuestra casa nunca antes habían presenciado. Ha sido increíble.

Como dijo Helen Keller, “La vida es una aventura atrevida o nada en absoluto”. ¿Sientes que es hora de ser pioneros? ¡Si es así, ve por eso! ¿En qué parte de tu viaje estás?

Ben Mandrell se está preparando actualmente para pastorear la iglesia Storyline Fellowship, que tendrá su sede en Denver. Anteriormente, Ben se desempeñó como pastor principal de la Iglesia Bautista Englewood en West Tennessee. Es el autor del estudio bíblico Do Over: Experience New Life in Christ.

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