Tu matrimonio es tu ministerio más importante

Por Eric Geiger

Hace poco tiempo Kaye y yo celebramos 22 años de matrimonio. Durante la cena, hablamos sobre el viaje que el Señor nos ha dado juntos, lo que disfrutamos uno del otro y cómo nuestro matrimonio nos ha hecho mejorar a cada uno de nosotros. Aunque nuestro matrimonio no es perfecto, es saludable y estoy muy agradecido por Kaye y por el tiempo que hemos tenido para disfrutar y servir juntos. No quiero ser solo un “gran cristiano” o un “gran pastor”, sino que deseo ser un “gran esposo”.

En su libro ¿Buenos cristianos, buenos esposos?, Doreen Moore le da al lector una perspectiva de los ministerios y matrimonios de tres famosos teólogos y pastores que ministraron durante el siglo XVIII: John Wesley, George Whitefield y Jonathan Edwards. En el libro aprendemos, como es lógico, que tener un ministerio eficaz no siempre significa tener un matrimonio saludable. John Wesley fue frío con su esposa, viajó mucho sin verla mucho, e incluso se perdió su funeral. El matrimonio de George Whitefield se lee como una asociación de ministerio acordada y no una relación llena de pasión o profundidad de conexión. De los tres matrimonios, el de Edward es el que el lector seguramente querría emular. Jonathan Edwards no vio “ninguna dicotomía entre la obra del Señor y su familia”. Estaba comprometido con su matrimonio al igual que estaba comprometido con su ministerio. No los vio por separado. Poseía el privilegio y la responsabilidad de ministrar a su esposa e hijos. Como a Jonathan Edwards, no debemos ver el matrimonio simplemente como un medio, como una herramienta, para un ministerio saludable, sino como parte de nuestro ministerio.

Mientras que la historia nos dice que es posible tener un ministerio efectivo sin un matrimonio saludable, no es lo que el Señor desea para nosotros. Y no es lo que el Señor desea para aquellos que son impactados por nuestras vidas. Aquí hay tres razones por las cuales tu matrimonio es tu ministerio más importante.

    1. Porque tu matrimonio es una imagen del evangelio.

Un matrimonio saludable le da al mundo una bella imagen del evangelio. Así como Dios une a un hombre y una mujer y los hace uno, Cristo nos une a Él mismo. Somos uno con Él y recibimos toda Su justicia. Nos persigue, nos ama eternamente, nos perdona constantemente y nos cuida continuamente. Cuando estamos comprometidos con nuestros cónyuges, las personas recuerdan el compromiso de Dios con nosotros.

    2. Porque tu matrimonio es el mejor regalo que puedes dar a tus hijos.

Más importante que darles a tus hijos una iglesia saludable, es darles un matrimonio saludable. Estoy muy agradecido de que podamos darles a mis hijos una iglesia saludable, una iglesia que amen, pero mucho más importante es darles un matrimonio saludable. Un matrimonio saludable les da seguridad y les ofrece una imagen del evangelio.

    3. Porque tu matrimonio es santificador.

No priorizar su matrimonio es no priorizar su santificación porque Dios usa el matrimonio para formarnos más a su imagen. Sé esto personalmente porque Dios ha usado a Kaye para que me haga sentir compasión hacia los demás y para ayudarme a ver cómo los demás procesan y piensan, y para recordarme regularmente que la vida cristiana es una vida de alegría. El ministerio más importante que harás esta semana es en tu propia casa.

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